Se observa desde una perspectiva situacional, se distingue
de los otros tipos de comunicación porque especifica sus características dentro
de un espacio determinado.
El determinante situacional más importante en la
comunicación interpersonal, es el número de personas que participan en el
mensaje, esto ser refiere a que sin un comunicador trasmite el mensaje a millones
de personas como se hace en la televisión, la proximidad física es limitada,
caso contrario que pasa en la comunicación de solo dos personas, la cual se
favorece gracias a la proximidad física, que les permite empelar los cinco
canales sensoriales y hace posible la retroalimentación inmediata.
Se opone a la comunicación impersonal, la cual consiste en
una relación de largo tiempo sin que se vuelva cercana, y sólo la mantienen por
las circunstancias en que se encuentran.
En el desarrollo de la comunicación interpersonal pueden
ocurrir variaciones en un proceso que va de lo impersonal a lo interpersonal.
Una de las variaciones que puede hacer en el proceso se basa
en las predicciones que son las especulaciones acera de los resultados o
consecuencias de las selecciones alternativas de mensaje. La información
cultural es un prerrequisito mínimo para la elaboración de predicciones, está compuesta
por la lengua materna, los mitos, el folklor, las normas sociales, y la ideología
de su contexto.
Por otro lado también existe la información sociológica la
cual se refiere a los grupos de membrecía que es la calidad de integración del
individuo a un grupo social.
Conocer a una persona puede ser de nivel predictivo (permite
visualizar como se comporta una persona en determinadas circunstancias), y
explicativo (los mitos que mueven a una persona a comportarse de determinada
manera).
Los términos “estructura” (diferencias de status o poder”), “procedimientos”
(inicio, secuencia y frecuencia de los intercambios comunicativos) y “contenido”
(contenido real, verbal y no verbal de los mensajes); son las reglas compartidas
de la comunicación interpersonal.
Los factores que motivan el desarrollo de una relación son:
en primer lugar la proximidad (importante para la relación), las actitudes
similares (elementos que motivan a establecer la relación porque comparten puntos de vistas en respectivos
temas) y la complementariedad de necesidades (señala que cierta necesidad
complementa otra).
Las estrategias para obtener la información en las interacciones iniciales son: La interrogación (para solicitar información), la estructuración
del ambiente (estructurar el contexto), la autodescripción (ofrecer información
sin ser cuestionado), la autorevelación (información privada y personal), la
identificación del engaño (posibilidad de falacia) y la prueba de desviación (para
probar fallas en la relación).
Otros factores que influyen son la empatía (habilidad
comunicativa que motiva el desarrollo relacional, predicciones de manera
precisa el ánimo y los sentimientos de otra persona) y la reciprocidad (se da cuando
los participantes se interesan por un mayor número de comportamientos, creencias
o temas).
Un aspecto importante en las mayorías de las relaciones son
las relaciones simétricas (se caracterizan por la igualdad) y las relaciones
complementarias (se basan en una aparente inequidad).
Para terminar se menciona el debilitamiento y la ruptura de
la relación que se da por traumas o daños. En estas circunstancias la existencia
de la relación interpersonal puede ser ganancia o pérdida, según las
necesidades y motivaciones de los participantes de la relación.